
A unos 30 minutos de Tegucigalpa, en la carretera que conduce a Güinope, se encuentra La Placita del Zamo, un espacio alternativo que combina la tranquilidad del entorno rural con las facilidades necesarias para realizar eventos sociales al aire libre.

Ubicado en el kilómetro 4, en pleno valle de El Zamorano, este sitio ha ganado notoriedad por ofrecer un ambiente relajado, con vegetación abundante, clima fresco y una propuesta sencilla pero funcional para quienes buscan alejarse del ruido urbano, al menos por unas horas.

El lugar funciona como sala de eventos, aunque también permite estancias más prolongadas gracias a la reciente incorporación de dos cabañas disponibles para alquiler. Las instalaciones incluyen una zona social, juegos infantiles, piscina, asador, área para fogatas y estacionamiento.
Sin grandes pretensiones, La Placita del Zamo responde a una demanda creciente de espacios accesibles y al aire libre para celebraciones familiares, encuentros entre amigos o simplemente para pasar un día distinto en un entorno natural.

Además de alquilar el local, los visitantes pueden acceder a servicios básicos como sillas, mesas, wifi, karaoke y equipos de sonido. El lugar también permite la entrada de mascotas, algo poco común en este tipo de espacios.
Eso sí, las reservas deben hacerse con anticipación, ya que el sitio no opera de forma permanente ni está abierto al público sin programación previa.

Sin ser un complejo turístico formal ni un parque recreativo en sentido estricto, La Placita del Zamo es una opción intermedia entre lo privado y lo comunitario. Un espacio que refleja el interés por redescubrir el interior del país desde la cercanía, sin grandes desplazamientos ni lujos innecesarios.
