
Un reciente informe de IUDPAS sobre la conflictividad y violencia política en Honduras, correspondiente al período de septiembre 2024 a junio 2025, revela una preocupante tendencia de enfrentamientos, impunidad y debilitamiento institucional en el contexto de las elecciones primarias.
Según el análisis, uno de cada dos conflictos políticos está relacionado con la falta de transparencia y credibilidad del proceso electoral. Además, se señala que los actores políticos con trayectorias descendentes tienden a volverse más reactivos y desestabilizadores, intensificando la confrontación partidaria.
Violencia política, simbólica y física: dos caras del mismo problema según Iudpas
El informe también advierte sobre la violencia política, entendida no solo como actos físicos, sino también como agresiones simbólicas y discursivas. Este tipo de violencia, a menudo invisibilizada, afecta especialmente a mujeres candidatas y activistas, quienes son blanco de estereotipos, micromachismos y descalificaciones por parte de sus propios compañeros de partido.
Se documenta que 1 de cada 3 mujeres víctimas de violencia política recibió agresiones simbólicas, lo que evidencia un entorno poco favorable para la participación política con equidad de género.
Contextos de mayor riesgo: Fuente Iudpas
Los escenarios donde más se ha manifestado la violencia incluyen:
- Manifestaciones públicas, con alta carga de confrontación directa.
- Eventos políticos, como asambleas y campañas.
- Actos contra la propiedad y disturbios, reflejo de tensiones colectivas.
Además, el informe identifica a Francisco Morazán como el departamento más afectado, concentrando el 50% de los casos, especialmente en su forma simbólica e institucionalizada.
Actores en conflicto: Fuente Iudpas
El análisis reporta 576 participaciones de actores políticos en los 349 conflictos registrados, destacando la debilidad operativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) y los fallos logísticos por parte de las Fuerzas Armadas, que comprometen su rol constitucional en el proceso electoral.
Se señala, además, que el partido oficialista LIBRE ha replicado un patrón observado en elecciones anteriores, siendo a la vez víctima y principal agresor mediante el uso de recursos estatales para manipular o intimidar.
Un sistema atrapado en su propio diseño según Iudpas
Entre las conclusiones más destacadas, el informe advierte que los conflictos están anclados en normativas débiles, relaciones clientelares financiadas con fondos públicos y una estructura electoral dominada por partidos políticos, lo que perpetúa un ciclo de desconfianza, impunidad y violencia.
“La violencia no es colateral, es estructural. Si no se rompe la cadena de fallas organizativas y manipulación política, el sistema electoral seguirá atrapado en una espiral peligrosa”, señala el documento.
Este informe plantea un llamado urgente a fortalecer las instituciones democráticas, garantizar procesos transparentes y proteger la participación política libre de violencia, especialmente de cara a las elecciones generales de 2025.