
Mediante la ceremonia oficial que dio inicio al mes patrio este 1 de septiembre en el cerro Juana Laínez, la presencia de los presidentes de los tres poderes del Estado se convirtió en tema de debate público.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, encabezó el evento junto al titular del Congreso Nacional, Luis Rolando Redondo Guifarro, y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Rebeca Raquel Obando.
En medio del acto solemne, los atuendos de las máximas autoridades llamaron la atención. Mientras Obando se presentó con un traje azul celeste, en armonía con los colores de la bandera, y Redondo eligió un traje azul marino, la mandataria optó por vestir de rojo intenso.
De inmediato, en redes sociales surgieron cuestionamientos hacia Castro, ya que el color elegido fue interpretado por muchos como una alusión directa a su partido, Libertad y Refundación (Libre).
Según críticos, este gesto significó una politización innecesaria de un evento que representa la unidad nacional.
Los comentarios de internautas no se hicieron esperar, señalando que, como presidenta de Honduras, Xiomara Castro debía priorizar un mensaje de neutralidad y respeto a los símbolos patrios, evitando cualquier señal que pudiera dividir a la población.
Finalmente, la polémica en torno a la vestimenta de la mandataria opacó el carácter cívico del izado de la Bandera Nacional, generando un debate sobre la importancia de separar la investidura presidencial de las expresiones partidarias en actos oficiales.