Waldina Zaldívar: entre el brillo del escenario y la fuerza de sus sueños

Waldina Maritza Zaldívar a sus 35 años, originaria de San Pedro Sula, se ha convertido en un nombre que resuena con fuerza en el mundo del entretenimiento y los negocios en Honduras. Su historia es la de una mujer que aprendió a brillar tanto en el escenario como en la vida, enfrentando retos personales sin perder la sonrisa que la caracteriza.

Waldina Zaldívar: del belly dance al emprendimiento con Royal Events

Su primera incursión en los reflectores fue como bailarina de belly dance, pasión que la llevó a impartir clases en una escuela de Puerto Cortés. Con el tiempo, esa misma disciplina la acercó a los programas de televisión, eventos corporativos y discotecas, hasta que un casting le abrió las puertas al podcast “SeNos Ocurre, donde mostró una faceta más auténtica, directa y cercana al público.

Pero Waldina Zaldívar no se ha limitado al arte. Su espíritu trabajador, carismático y ambicioso la llevó a fundar Royal Events, un negocio propio con el que desde hace dos años organiza y produce experiencias memorables, demostrando que su talento trasciende el escenario.

Aunque asegura que le cuesta equilibrar su vida personal y laboral, nunca ha dejado de lado a su mayor soporte: sus padres y su hermano, quienes viven en Puerto Cortés, el lugar que ella atesora como refugio de paz y unión familiar. Entre risas admite que no ha soñado con casarse o tener hijos, pero que, si llegara ese momento, lo asumiría con entrega y compromiso.

En lo personal, disfruta de los viajes, el fútbol, la música caribeña y, sobre todo, de su plato favorito: una buena entraña con pasta. Sus metas son claras: en el corto plazo sueña con visitar Suiza, Japón o Grecia, y a largo plazo, con tener su casa propia, símbolo de estabilidad y esfuerzo.

La fortaleza de Waldina Zaldívar frente al vitiligo emocional

Waldina Zaldívar también habla con valentía de algo que pocos sabían: hace dos años fue diagnosticada con vitiligo emocional, una condición que enfrenta con tratamientos y resiliencia, convirtiéndose en ejemplo de fortaleza para quienes la rodean.

“En cinco años me veo muy estable económicamente. Lo trabajo y lo manifiesto”, asegura convencida. Esa convicción, junto a su disciplina, le han permitido abrirse camino en un mundo competitivo, donde no solo ha conquistado escenarios, sino también el respeto y admiración de quienes la conocen.

Waldina Maritza Zaldívar es prueba de que la vida, entre luces y sombras, siempre puede brillar con más intensidad cuando se vive con pasión y sueños claros.

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