Un caso muy sonado en Honduras que causo repudio a la población hondureña es el Caso Pandora, en el que al menos 38 personas, entre ellos políticos, funcionarios públicos y otros, fueron acusados por la UFERCO, en los que apenas tres exfuncionarios están en la etapa final del juicio oral y público: Jacobo Regalado, Norma Montes y Laura Arita, acusados por el desvío de al menos 282 millones de lempiras.
¿En qué consistió la denuncia de la UFERCO en el Caso Pandora?
Y es que UFERCO en conjunto con la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), realizó una de las investigaciones más profundas al revelar las firmas que estampó Jacobo José Regalado Weizemblut en las solicitudes de fondos que extendió desde la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), a la Secretaría de Finanzas, quien se desempeñó desde el año 2011 al 2013 en el cargo de ministro de esa dependencia estatal.
El dinero desviado por Regalado fue a dar a las fundaciones “Diabattista y Todos Somos Honduras”, fundaciones “inexistentes”, las cuales dieron vida a Pandora, un caso de corrupción que lo mantiene en el centro de una de las investigaciones más profundas a Jacobo.
Regalado Weizemblut utilizó varios convenios firmados con las fundaciones, en las que solo se describían los nombres de los proyectos y, sin ninguna especificidad, las comunidades y las poblaciones que se beneficiarían a las que nunca les llegó la ayuda que se les había prometido.