El renacer de Dunia Molina: periodista y joyera artesanal con un propósito divino

Dunia Molina, una periodista de 37 años que se vio obligada a reinventarse al no tener una oportunidad de empleo, encontró en la joyería artesanal un camino de esperanza y superación.

Su historia comenzó en 2018, cuando las circunstancias de la vida la llevaron a buscar nuevas formas de generar ingresos para continuar con sus estudios universitarios y cubrir sus gastos. Motivada por su amor por las ventas, Dunia decidió aventurarse en el mundo de la joyería, inicialmente vendiendo piezas ya elaboradas que traía desde Panamá.

Sin embargo, su verdadero despertar como artesana llegó gracias a una clienta especial que la alentó a crear sus propias joyas. “Comencé a elaborar piezas con mis manos y me enamoré del resultado”, compartió Dunia. Esa clienta, quien hasta el día de hoy sigue siendo una de sus más fieles compradoras, se convirtió en el catalizador que impulsó a Dunia a dar un giro en su negocio y a desarrollar un concepto único y exclusivo en cada una de sus creaciones.

Lo que diferencia su producto de los demás, es la originalidad de sus diseños, los cuales nunca repite, a menos de que sea un pedido especial.

A lo largo de su trayectoria, Dunia ha enfrentado diversos desafíos, desde los altos costos de importación de materiales hasta la inestabilidad económica del país, que muchas veces ha hecho difícil mantener precios accesibles para sus clientes. A pesar de estas dificultades, nunca ha perdido la fe ni la determinación de seguir adelante.

 “Siempre supe que Dios estaba conmigo, y eso me daba la fuerza para no rendirme”, recordó. Dunia cree firmemente que su éxito se debe a su persistencia y a la convicción de que estaba siguiendo un propósito divino.

El camino no ha sido fácil, pero Dunia encontró en la creación de joyas un propósito más profundo. Un profeta que visitó su iglesia le habló de un futuro lleno de colores y belleza, algo que ella interpretó como una confirmación de que estaba en el camino correcto. Ese mensaje, junto con el apoyo de su clienta “oro”, la inspiró a seguir adelante y a no desmayar, incluso cuando pensó en abandonar su negocio debido a la falta de ventas.

Con una visión clara a corto plazo, Dunia ahora sueña con compartir su pasión por el alambrismo, una técnica artesanal poco conocida en Honduras. Su deseo es que muchas mujeres puedan aprender este arte y encontrar en él una fuente de ingresos y satisfacción personal, tal como ella lo ha hecho. “Quiero que otras mujeres tengan la oportunidad de disfrutar lo que hacen, que luchen por sus sueños y alcancen la cima”, expresó con esperanza.

Hoy, Dunia Molina es un ejemplo vivo de cómo la fe, la perseverancia y la creatividad pueden transformar una crisis en una oportunidad. Su historia es un recordatorio de que, cuando se trabaja con dedicación, con fe y se sigue el corazón, es posible marcar la diferencia y alcanzar el éxito, no importa cuán difícil sea el camino.

Si deseas obtener más información sobre sus creaciones, puede buscarla en las redes sociales como:

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