La esfera pública en Honduras se ha visto sacudida por una serie de intercambios verbales entre destacadas figuras de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), dejando al descubierto tensiones internas y diferencias de opinión sobre asuntos cruciales para el país.
El inicio de este acalorado debate tuvo lugar cuando el gerente de la ENEE, Erick Tejada, dirigió comentarios dirigidos a don Luis Larach, en relación con los precios de la energía y la renegociación de contratos.
En su declaración, Tejada resaltó los supuestos beneficios financieros de las renegociaciones contractuales y desafió a Larach a participar activamente en este proceso, sugiriendo que demuestre un genuino compromiso con el bienestar nacional.
Sin embargo, la respuesta no tardó en llegar. José Manuel Zelaya Castro, , arremetió contra Tejada, cuestionando su capacidad para gestionar eficazmente la ENEE y acusándolo de utilizar su posición para difundir odio y división en lugar de buscar consensos y acuerdos que beneficien a la nación.
En su réplica, Zelaya también recordó el compromiso de Larach con la democracia y la transparencia, insinuando que mientras Tejada ocupaba su posición cómodamente, Larach trabajaba arduamente para garantizar elecciones justas y transparentes en Honduras.
Este intercambio público ha generado un intenso debate en la opinión pública, con ciudadanos expresando diversas opiniones sobre la gestión de la ENEE y la forma en que se abordan los desafíos energéticos en el país.