El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha presentado un informe denominado “Del Congreso que votamos, al Congreso que tenemos” en donde revela la baja productividad y la ineficiencia con la que se manejó ese poder del Estado.
Las erogaciones financieras demuestran que, pese a las parálisis legislativas, las y los diputados recibieron su salario mensual sin ningún inconveniente, según los datos obtenidos por el CNA, de enero a octubre del 2023, en el pago de sueldos de lempiras en pasajes viáticos y otros gastos de viajes se erogaron más de 139 millones de lempiras.
Aunque no hay un informe de rendición de cuentas sobre las subvenciones, mensualmente se ejecutaron de 13 a 15 millones de lempiras, más de 112 millones en 10 meses del año pasado. Ka veeduría también evidencia que se incumple lo establecido en el marco regulatorio del Congreso Nacional, en lo relacionado a la convocatoria de sesiones.
Seguidamente, detallaron que, en la pasada legislatura, se contabilizaron 42 sesiones, de 104 convocatorias posibles en el periodo ordinario, durante 62 días no se reunió el pleno para legislar en temas relevantes como las elecciones de segundo grado. Sin embargo, cuando se reunían desperdiciaron 117 horas con 26 minutos, entre la convocatoria y el inicio de las sesiones.
“Sin duda que el Congreso nos queda a deber considerando que manejó 1,448 millones de lempiras de presupuesto y tiene la responsabilidad de legislar para el bien de todos.” Afirmó Castellanos.
Por esto y mucho más es que el CNA califica al Congreso en el máximo exponente de la mediocridad que no es más que el reflejo de la conducta generalizada de un cúmulo de funcionarios y servidores públicos a los que todavía #NoLesCaeEl20.