La ropa usada ha ganado gran popularidad en Honduras, no solo por ser una opción accesible, sino también por su contribución a la sostenibilidad y economía circular. Sin embargo, pocos conocen el largo proceso que sigue la ropa usada antes de llegar a las tiendas y mercados hondureños. A continuación, exploramos el recorrido que sigue esta ropa desde su origen hasta su llegada a nuestro país.
La ropa usada que llega a Honduras proviene principalmente de países de Europa y América del Norte, donde las personas donan o venden prendas que ya no utilizan. En estos países, organizaciones benéficas y empresas de reciclaje recogen la ropa en campañas de donación o a través de tiendas de segunda mano. Una vez recolectada, la ropa se clasifica según su estado y calidad, separando aquellas piezas que pueden ser reutilizadas o recicladas.
Una vez que la ropa usada ha sido clasificada, se embala y se envía a diferentes mercados internacionales. Entre los destinos más frecuentes de estas exportaciones se encuentran países de África, América Latina y Asia, donde la ropa usada es muy demandada debido a la asequibilidad y a la escasez de opciones en el mercado local. Honduras, junto con otros países de la región, se beneficia de la importación de grandes volúmenes de ropa de segunda mano, que luego se distribuyen en tiendas y mercados informales.
En Honduras, la ropa usada llega principalmente a través de puertos como Puerto Cortés, el principal punto de entrada para productos importados. A través de empresas dedicadas a la comercialización de ropa de segunda mano, la mercancía es distribuida a lo largo y ancho del país. En la mayoría de los casos, los importadores adquieren grandes cantidades de ropa usada en contenedores que provienen de mercados internacionales, los cuales luego son vendidos a minoristas y mercados locales.Una vez que la ropa usada ha llegado a Honduras, es puesta a disposición de los consumidores a través de diferentes canales, tales como tiendas especializadas en ropa de segunda mano, mercados populares y plataformas en línea.
Sin embargo, este mercado también enfrenta desafíos. La calidad de la ropa usada puede variar, y no todas las prendas llegan en condiciones óptimas para ser vendidas.
