
Miles de hondureños amparados bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) podrían contar con seis meses adicionales de protección, debido a que el Gobierno de Estados Unidos no emitió ninguna resolución oficial a 60 días de la fecha límite, la cual venció el pasado 5 de julio.
Según la normativa migratoria estadounidense, al no publicarse un pronunciamiento formal previo al vencimiento, el beneficio se extiende automáticamente por medio año más, garantizando a los beneficiarios la posibilidad de seguir residiendo y trabajando legalmente en ese país.
La situación ha generado un respiro temporal para los compatriotas que dependen de este permiso migratorio, mientras continúan a la expectativa de que el Gobierno de Estados Unidos defina una posición clara sobre el futuro del programa.
Por ahora, la comunidad hondureña confía en que la extensión automática permita ganar tiempo y abrigar la esperanza de una reforma migratoria más amplia que brinde estabilidad definitiva a los migrantes hasta 2026.