
Ramón Matta Ballesteros, uno de los nombres más controversiales en la historia reciente de Honduras y América Latina, continúa generando debate y atención más de tres décadas después de su captura y extradición. Nacido el 12 de enero de 1945 en Tegucigalpa, Matta Ballesteros se convirtió en una figura clave del narcotráfico internacional durante los años 80, con vínculos que se extendían desde Sudamérica hasta Estados Unidos, e incluso con ramificaciones políticas tanto en Honduras como en el extranjero.
Matta Ballesteros fue acusado de ser uno de los principales enlaces entre los carteles colombianos específicamente el Cartel de Medellín y el mercado estadounidense de cocaína. Su red de distribución le permitió amasar una fortuna y una influencia que, según informes de la época, llegó a infiltrar sectores del poder político, judicial y empresarial hondureño.
En 1985, su nombre saltó a la fama internacional tras ser vinculado con el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, en México. Aunque nunca fue condenado directamente por ese crimen, autoridades estadounidenses lo consideraron como uno de los facilitadores logísticos clave del Cartel de Guadalajara, organización presuntamente involucrada en el asesinato.
Su captura en 1988 fue polémica y sin precedentes: comandos de fuerzas especiales hondureñas, en coordinación con agentes estadounidenses, lo capturaron en Tegucigalpa y lo entregaron a las autoridades de EE.UU. sin pasar por un proceso formal de extradición. Este hecho desató una crisis política y social en Honduras, incluyendo disturbios violentos y la quema de las instalaciones del diario La Tribuna, propiedad de la familia del entonces presidente José Azcona Hoyo.
Varios exfuncionarios y analistas han sostenido que Matta Ballesteros mantenía relaciones con políticos hondureños de alto nivel, incluyendo exdiputados y exministros de gobiernos de los años 80. También fue señalado de haber financiado campañas políticas e influenciado decisiones judiciales mediante sobornos. Su caso expuso las conexiones del narcotráfico con la clase política hondureña, y fue uno de los primeros en mostrar la magnitud de la narcopolítica en Centroamérica.
Actualmente, Matta Ballesteros cumplía cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos. Sin embargo, anoche salió a la luz que juez de Estados Unidos ordenó este martes la liberación inmediata de Juan Ramón Matta Ballesteros, tras concederle tiempo servido. Matta, de 80 años, fue capturado en abril de 1988 y se le había impuesto una condena de cadena perpetua. Con esta decisión, queda en libertad después de más de 30 años en prisión.

