En un contexto donde los teléfonos inteligentes se han convertido en una herramienta indispensable y costosa, prolongar su tiempo de uso no solo es una decisión práctica, sino también económica. A medida que el mercado impone precios cada vez más elevados por los nuevos modelos, expertos advierten que cuidar adecuadamente un smartphone puede extender su vida útil por varios años y evitar gastos innecesarios.
El sitio especializado en tecnología Xataka Android reveló recientemente tres acciones simples pero efectivas que pueden prevenir el deterioro prematuro de los dispositivos con sistema operativo Android, medidas que todo usuario debería conocer y aplicar.
Evitar el desgaste prematuro de la batería
El primer consejo se relaciona con la batería, uno de los componentes más sensibles de todo teléfono móvil. Aunque su desgaste natural es inevitable, es posible ralentizar este proceso evitando prácticas que la sobre exigen. Entre ellas destacan no utilizar la carga rápida salvo en momentos necesarios, no manipular el celular mientras carga y activar el modo de carga lenta durante la noche. Estas precauciones reducen el estrés térmico y eléctrico de la batería, prolongando su rendimiento óptimo.
Proteger el dispositivo del sobrecalentamiento
Los expertos coinciden en que el calor excesivo ya sea generado por el uso intensivo del equipo o por exposición directa al sol acelera el desgaste de la batería y de otros circuitos internos. Para minimizar estos riesgos, se recomienda no utilizar el teléfono bajo el sol directo, evitar juegos o aplicaciones pesadas cuando el equipo ya muestra señales de sobrecalentamiento y no dejarlo en lugares cerrados como automóviles durante días calurosos.
Mantener el equipo limpio, por dentro y por fuera
El tercer aspecto fundamental es la limpieza. Tanto el exterior como el sistema interno del móvil requieren mantenimiento periódico. Acumular polvo o suciedad en el puerto de carga puede impedir una correcta conexión eléctrica, mientras que en el sistema operativo, archivos basura, aplicaciones en desuso o memoria saturada afectan el rendimiento. Limpiar regularmente el dispositivo con un paño de microfibra, eliminar datos innecesarios y, de ser necesario, restaurar el equipo de fábrica, son prácticas que aseguran su óptimo funcionamiento.
Estos sencillos hábitos de uso pueden marcar la diferencia entre un smartphone que acompañe al usuario por años o uno que requiera reemplazo en poco tiempo.
