En un debate que encendió la discusión política, Carmen Haydee, diputada del Partido Libertad y Refundación (Libre), defendió a su candidata presidencial, Rixi Moncada, asegurando que esta tenía todas las posibilidades de ganar y cuestionando la capacidad de los candidatos de otros partidos, incluyendo a Nasry Asfura del Partido Nacional y Salvador Nasralla del Partido Liberal.
Sin embargo, su intervención abrió un espacio para críticas indirectas hacia la gestión del gobierno actual de Libre, acusado en distintos actos de corrupción durante su administración.
Sara Zavala, candidata a diputada por el Partido Nacional, y Sarai Espinal, candidata presidencial del Partido Liberal, respondieron a las declaraciones de Haydee defendiendo a sus propios candidatos.
Debate de política
Ambas subrayaron que lo que el país necesita es un presidente competente, capaz de desarrollar proyectos que realmente beneficien al pueblo hondureño, y no solo promesas políticas.
Rechazaron la narrativa de Haydee sobre la supuesta falta de capacidad de sus candidatos, mientras señalaban la importancia de transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública.
El debate también puso de relieve la necesidad de un gobierno que priorice el desarrollo económico, la generación de empleo y la seguridad, mientras se combaten prácticas de clientelismo político y corrupción.
Tanto Zavala como Espinal insistieron en que los ciudadanos deben evaluar a los candidatos por sus capacidades reales y no por discursos que buscan imponer favoritismos partidarios o proyectar triunfos anticipados.
Finalmente, la confrontación evidenció la tensión entre los partidos y la preocupación de la ciudadanía por líderes preparados y responsables.
La discusión dejó claro que el electorado hondureño juega un papel fundamental para decidir quién puede garantizar un gobierno honesto y eficiente, evitando que intereses personales o partidarios controlen los destinos del país.
