
Fe y antorchas encendidas iluminaron el centro de Tegucigalpa, cuando militantes del Partido Liberal decidieron reunirse en una jornada de oración por el bien de Honduras. Inspirados en el versículo de 2 Crónicas 7:14, “si mi pueblo se humillare…”, los asistentes se arrodillaron en señal de fe y esperanza, clamando por justicia, paz y dirección para el país.
La actividad tuvo lugar la noche del lunes 5 de agosto en los bajos del Congreso Nacional, donde decenas de ciudadanos se congregaron liderados por jóvenes cristianos y líderes evangélicos.
El evento inició a las 6:30 p. m. y se extendió por alrededor de una hora y media, acompañado por cánticos, alabanzas y oraciones dirigidas a Dios.
Pese a la fuerte presencia policial en los alrededores del edificio legislativo, la jornada de oración se desarrolló sin incidentes. Los organizadores denunciaron que existía temor de que las autoridades no permitieran el acto espiritual, pero aseguraron que nada detendría su propósito.
La diputada Iroshka Elvir, presente en la concentración, denunció desde sus redes sociales la militarización del Congreso, afirmando: “el dictador del Congreso Nacional, Luis Redondo, le tiene miedo al pueblo hondureño.
Rodeó el Congreso con más de 150 policías que deberían estar cuidando al pueblo, no impidiendo una jornada de oración”.
Con las manos alzadas y la fe por delante, los participantes finalizaron la jornada pidiendo por una Honduras libre de violencia, guiada por principios de justicia y amor al prójimo.