
Mediante reacciones ciudadanas, se generó indignación contra el Sistema Nacional de Emergencias 911 y su titular, Miroslava Cerpas, por la forma en que se mostró la movilización de oración realizada en distintos puntos del país.
Aunque el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro aseguró que la institución daba seguimiento en tiempo real para garantizar seguridad y orden, las imágenes difundidas por Cerpas fueron cuestionadas por ocultar la verdadera magnitud de la caminata.
En sus publicaciones, la funcionaria mostró tomas con poca afluencia de personas, lo que fue interpretado como un mensaje subliminal y un intento de engañar a la población.
Para los participantes, estas imágenes buscaban minimizar la histórica concentración de miles de hondureños que se manifestaron en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Danlí, Choluteca, Lempira y otros departamentos, donde se registraron danzas, oraciones y un ambiente de unidad en defensa de la paz y la democracia.
Los asistentes criticaron que, a través de una institución pública como el 911, se intente distorsionar una manifestación ciudadana que no tiene color político, sino que responde a un clamor genuino por Honduras.
Señalaron que el uso de los recursos del Estado para manipular la percepción de la población resulta un acto grave, ya que menosprecia la fe y el sentir del pueblo.
Finalmente, la figura de Miroslava Cerpas y el papel del 911 quedaron en entredicho, pues más allá de garantizar la seguridad, terminaron siendo acusados de manipular imágenes para restar fuerza a una caminata que mostró la decisión de los hondureños de defender la democracia y exigir respeto para el territorio nacional.