
A pocos meses de llevarse a cabo las elecciones generales el 30 de noviembre, la diputada nacionalista María Antonieta Mejía exigió a la Cancillería de Honduras rendir cuentas sobre el destino de 250,000 Documentos Nacionales de Identificación (DNI) que, según afirmó, fueron entregados por el Registro Nacional de las Personas (RNP) y cuyo paradero aún no ha sido esclarecido.
Mejía alertó que ya se distribuyeron alrededor de 450,000 identidades, pero hay preocupación por una cantidad significativa que continúa sin ubicación precisa.
Destacó que el DNI es el único documento válido para ejercer el sufragio, por lo que cualquier irregularidad en su manejo podría afectar la integridad del proceso electoral.
También hizo referencia a denuncias de hondureños en el exterior que aseguran haber sido enrolados en ciudades donde no residen, como el caso de personas que viven en Miami o Carolina del Norte, pero aparecen registradas en Houston.
Estas inconsistencias generan dudas sobre el sistema de enrolamiento y el cambio de domicilio electoral.
La congresista advirtió sobre el posible uso indebido de las identidades extraviadas para cometer suplantación de votantes, lo que representaría una amenaza para la transparencia del proceso.
Además, cuestionó el uso de algunos consulados para realizar propaganda política a favor del oficialismo.
Finalmente, llamó a las autoridades a tomar con seriedad la protección del voto en el extranjero y a garantizar un proceso limpio, sin manipulación institucional que ponga en riesgo la voluntad popular.