Sus aliados árabes intervienen militarmente en el conflicto desde marzo de 2015 para tratar de derrotar a los hutíes.
El ataque se produce en un momento en el que la ONU está realizando esfuerzos para fortalecer y ampliar la tregua que entró en vigor en abril y finaliza el 2 de octubre.
El Ministerio de Asuntos Exteriores yemení afirmó,“el Gobierno ve el ataque como un desafío flagrante a todas las iniciativas y esfuerzos destinados a poner fin a la guerra y lograr la paz, y un intento de socavar los esfuerzos para extender la tregua humanitaria y reforzar el sitio en la ciudad de Taiz, que ya lleva siete años sitiada”.