En los días previos a su juicio por cargos de narcotráfico en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), se enfrenta a niveles de estrés y preocupación sin precedentes.
Un hondureño que estuvo en la misma prisión que Hernández y se declaró culpable por conspiración para traficar drogas, ha expresado recientemente que el expresidente debe estar experimentando un nivel extremadamente alto de estrés e incertidumbre, llegando al punto de afectar su capacidad para dormir debido a las preocupaciones sobre el resultado de su juicio.
El comportamiento de Hernández durante sus primeras audiencias ante los fiscales estadounidenses fue descrito como tímido y reservado.
Sin embargo, en las últimas semanas, su actitud ha experimentado un cambio notable. Según el psiquiatra Javier Uclés, se espera que Hernández adopte una postura más decidida y asertiva durante su juicio, buscando manejar la situación a su manera.
Durante la última audiencia previa al juicio, Hernández sorprendió al solicitar una computadora y un abogado adicional, peticiones que fueron concedidas. Su actitud también mostró valentía y seguridad al expresar sus preocupaciones ante el jurado.
Javier Uclés, psiquiatra especializado, ha destacado que independientemente del veredicto final, Hernández mantendrá una personalidad imponente y se presentará "frío y sin miedo a nada" al enfrentar las consecuencias de su juicio.
El expresidente Hernández, quien alguna vez emanó carisma y elocuencia en su liderazgo político, ahora se encuentra tras las rejas de la justicia estadounidense, mostrando una postura más fría y menos expresiva.
A pesar de las circunstancias, Hernández no ha presentado signos de delirio o comportamiento irracional, manteniendo una compostura que contrasta significativamente con su periodo en el poder.
Con el juicio por narcotráfico pendiente, el estado emocional de Juan Orlando Hernández refleja la carga emocional y psicológica que enfrenta en este momento crucial de su vida.