En un giro digno de una telenovela política, el famoso diputado Mario Segura del Partido Liberal ha demostrado ser un auténtico virtuoso en el arte del cambio de bando y el "cogobierno" político.
A pesar de afirmar su desacuerdo con el golpe de Estado y asegurar su lealtad al Partido Liberal, Segura parece haber encontrado una forma especial de navegar por las turbias aguas de la política hondureña.
El jefe de la bancada liberal, famoso por su habilidad para mantenerse en el candelero, comenzó su carrera política como un miembro leal del Partido Liberal, siendo electo diputado por El Paraíso en 2006.
Aunque aseguró estar en contra del derrocamiento de José Manuel Zelaya en 2009, su habilidad para mantenerse en el poder le llevó a reajustar convenientemente sus posturas para encajar con el Partido Nacional, dejando a más de uno rascándose la cabeza en confusión.
Se podría pensar que su destreza para cambiar de bando le permitiría al menos mantener una cierta coherencia en sus acciones políticas.
Sin embargo, el diputado Segura ha demostrado ser un artista consumado en el manejo de la incoherencia.
Pasando de ser un leal liberal a un seguidor acérrimo del Partido Nacional, Segura simplemente sigue una brújula política que apunta hacia el poder en lugar de principios sólidos.
Pero la cereza del pastel llega con la revelación sobre las verdaderas motivaciones detrás de esta danza política.
Resulta que el aparente desapego del diputado Segura a las líneas políticas de su partido podría estar relacionado con el deseo ferviente de mantener a su hija en un cómodo puesto diplomático.
María José Segura Figueroa, encargada de asuntos consulares de la Embajada de Honduras en Panamá, parece ser la razón detrás de las piruetas políticas del diputado.
¿Principios? ¿Coherencia? Parece que para el señor Segura, la lealtad familiar supera con creces cualquier otra consideración.
En un país donde la coherencia política parece ser un mito y la lealtad partidista es más bien una ilusión, el diputado Mario Segura destaca como un verdadero maestro en el arte del oportunismo y el cambio de bandos.
Su historia podría muy bien ser un manual de supervivencia política para aquellos dispuestos a sacrificar principios por el poder y el interés personal.