
el General de División en condición de retiro, Romeo Orlando Vásquez Velásquez, ha publicado una carta abierta dirigida al actual jefe del Estado Mayor Conjunto, General Roosevelt Hernández, en la que defiende el papel de las Fuerzas Armadas en los acontecimientos de 2009 y llama a la unidad dentro del estamento militar.
La misiva, titulada «Mensaje al General Roosevelt Hernández», comienza con una pregunta directa: “¿A qué estamos jugando?” y se desarrolla como una crítica a las recientes declaraciones de Hernández, en las que habría cuestionado el actuar de sus compañeros de armas durante el derrocamiento del expresidente Manuel Zelaya Rosales.
«Nosotros defendimos la democracia», asegura Vásquez
Vásquez Velásquez, quien fue jefe del Estado Mayor Conjunto durante la crisis de 2009, sostiene en su carta que la actuación de las Fuerzas Armadas respondió a un mandato legal de la Corte Suprema de Justicia, y no a intereses personales o ambiciones políticas.
“En 2009 no hubo ambición. Hubo deber. Hubo una orden de la Corte Suprema. Y la cumplimos. No por miedo, sino por convicción”, escribe el exgeneral, rememorando la intención de instalar una Asamblea Nacional Constituyente por parte del movimiento político del ALBA, que, según él, “no venía a apoyar la democracia, venía a enterrarla”.
El exjefe castrense lamenta que el General Hernández, a quien recuerda como compañero de uniforme y juramento, haya emitido ataques públicos contra sus propios colegas militares por diferencias ideológicas. “La historia no se borra con discursos ni con poder prestado”, advierte.
Asimismo, lo exhorta a no perder la fraternidad entre compañeros de armas por “aplausos pasajeros” ni por “lealtades ajenas al uniforme”, sugiriendo que detrás de sus palabras hay presiones o intereses políticos.
En el cierre de su carta, Romeo Vásquez recurre a una cita bíblica: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, subrayando que todos cometen errores, pero que lo que define a un soldado es su intención, su carácter y el amor con que sirve a su patria.
“Soldado se nace. Y se muere como tal. ¡La patria no olvida a los que la defienden con dignidad!”, concluye Vásquez.