En consecuencia, el reciente gesto del precandidato presidencial Salvador Nasralla, quien se arrodilló ante la presidenta Xiomara Castro para solicitar que no se elimine el tratado de extradición con los Estados Unidos, ha generado una ola de reacciones en la política hondureña. Entre las voces críticas se ha pronunciado el diputado del partido Libre, Marco E. Girón, quien consideró inapropiado el acto de Nasralla.
Girón, quien es conocido por su firme postura, expresó en redes sociales: "De rodillas, solo ante Dios", refiriéndose al hecho de que, según él, nadie debe humillarse de esa manera ante un ser humano. "Solo ante Dios uno debe de arrodillarse, no ante ningún hombre", agregó el diputado.
El gesto de Nasralla, que algunos interpretaron como un acto de desesperación, ha puesto en la mesa de discusión los límites entre la política y la moralidad en el contexto hondureño. Mientras algunos lo vieron como un acto de humildad, otros, como Girón, consideran que este tipo de acciones no deben ser parte del escenario político.
El incidente se da en un momento clave para las relaciones de Honduras con Estados Unidos, particularmente con respecto al tratado de extradición, que es un tema sensible en el país. Sin embargo, más allá de las implicaciones políticas, la reacción de Girón ha llamado la atención sobre las prácticas y principios que deberían guiar a los líderes del país.