Mediante declaraciones públicas, la consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, rompió el silencio tras la filtración de supuestos audios en los que se le escucha dialogar con políticos del Partido Nacional. La funcionaria aseguró que las grabaciones son “completamente fabricadas” mediante manipulación digital de su voz y acusó al gobierno de orquestar una campaña de desprestigio en su contra.
En ese sentido, López afirmó sentirse víctima de una persecución política que busca “desestabilizarla psicológicamente, meterla a la cárcel o sacarla del proceso electoral”. Además, responsabilizó directamente al consejero Marlon Ochoay al fiscal general Johel Zelaya por cualquier daño que pudiera sufrir, señalando que ambos estarían utilizando las instituciones con fines partidarios.
Por otra parte, la consejera explicó que los audios fueron creados utilizando herramientas de inteligencia artificial, con el propósito de distorsionar su voz y aparentar una conversación que nunca existió. “Definitivamente no soy yo. Las conversaciones son ajenas a mí, fueron creadas artificialmente”, declaró con firmeza.
Asimismo, lamentó el uso de la tecnología con fines políticos y denunció el deterioro del Estado de derecho en el país. “Se trata de un intento por deslegitimar mi papel dentro del CNE. Lo que está ocurriendo es un atentado contra la democracia y contra la transparencia del proceso electoral”, expresó López visiblemente afectada.
A pesar de la presión mediática, la consejera dejó claro que no tiene intenciones de renunciar a su cargo. “Seré la piedra en el zapato de quienes buscan manipular los comicios. Las elecciones deben ser justas y sin corrupción”, advirtió, reiterando su compromiso con la defensa del voto ciudadano.
Finalmente, López hizo un llamado a la comunidad internacional a observar con atención la situación política de Honduras, advirtiendo que los ataques en su contra reflejan el clima de tensión e inestabilidad institucional que se vive a tan solo un mes de las elecciones generales.
