La madrugada de este día se registró una masacre dejando el saldo de cuatros jóvenes muertos, entre ellos, Said Lobo Bonilla, hijo del expresidente Pepe Lobo y a Luis Zelaya, sobrino político del exjefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez Velázquez.
El hecho ocurrió en las afueras del reconocido edifico Torre Morazán, lugar en el que los jóvenes asistieron a un concierto en una de las discos, cuando un grupo de personas con pasamontañas les apuntaron directamente y les pidieron que salieran de los vehículos, posteriormente procedieron a acribillarlos, de acuerdo con las primeras versiones.
El expresidente Porfirio Lobo llegó a la escena del crimen y declaró que la seguridad se le ha ido de las manos a las autoridades, tras ser consultado sobre si el ataque fue dirigido a su hijo, Lobo Sosa manifestó que no considera que el operativo haya sido dirigido a su hijo puesto que también bajaron de otros vehículos a otras de las víctimas, lo que si advirtió es que el crimen fue realizado por personas con preparación.
Por su parte Romeo Vásquez Velásquez expresó que, Luis Zelaya era un joven sano, emprendedor, “De hecho hace poco abrieron una empresa con mi hijo, una empresa de cortes de carnes. La estrategia de seguridad está fallando” comentó.
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Con está son treinta las masacres que se han perpetrado en lo que va del año, sin que se haya podido resolver una tan sola, todos estos crímenes han quedado en la impunidad.