El Consejo Nacional Electoral continua con el conteo de los votos de las elecciones generales realizadas el pasado 28 de noviembre y todo indica que, de los 298 municipios del país, unos 132 quedarían en manos del oficialista Partido Nacional y al menos unas 41 alcaldías quedarían bajo el Partido Libertad y Refundación representando una nueva era política en Honduras.
Con ello, el partido de gobierno que había mantenido la mayoría de las alcaldías en los últimos procesos electorales perdió terreno, sin embargo, conserva el control político principal en los territorios. Los nacionalistas gobernaban 173 municipalidades, perdiendo en las elecciones de este año 41 alcaldías, entre ellas, la capital Tegucigalpa y San Pedro Sula, la segunda municipalidad más importante de Honduras.
Asimismo, los ediles electos en varios municipios por el Partido Libre esperan avanzar en el desarrollo de sus comunidades y dar oportunidades para todos, también, poder restaurar muchos centros educativos y centrarse en los principales ejes de desarrollo y una de ellas es generar más empleo para los pobladores de los municipios.
Esto indicaría un inicio de una nueva era en la política hondureña, luego de que Libre lograra sacudir al Partido Nacional al ganar la presidencia, la mayoría en el Congreso Nacional y tomar un porcentaje de las municipalidades que por años han estado bajo su tutela.