
La diputada vicepresidenta del Congreso Nacional por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Isis Cuéllar, vuelve a estar en el centro de la polémica. Ya conocida por su implicación directa en el escándalo del manejo de fondos gestionados desde la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), ahora enfrenta nuevas críticas desde distintos sectores de la sociedad civil, que cuestionan el cambio físico radical ocurrido desde 2024 y que podría estar relacionado con el uso indebido de recursos públicos.
Cuéllar ha sido señalada por gestionar ayudas sociales que habrían terminado siendo utilizadas con fines políticos y personales. La controversia estalló tras la filtración de una llamada telefónica entre ella y el exministro de Sedesol, José Carlos Cardona, en la que presuntamente la diputada explicaba cómo destinaba los recursos obtenidos.
A estas acusaciones se suma ahora la sospecha ciudadana sobre un posible procedimiento estético realizado por Cuéllar en el último año, dado que desde mediados de 2024 se ha notado un cambio físico considerable. Aunque no hay confirmación oficial sobre si fue una cirugía o una transformación por pérdida de peso, el debate se intensificó en redes sociales con preguntas directas:
¿Pagó la diputada estos cambios con su dinero, o con fondos del pueblo?
Organizaciones civiles y sectores políticos han comenzado a exigir la destitución inmediata de Cuéllar y una investigación profunda por parte del Ministerio Público, por considerar que existe una vinculación clara con el desvío de fondos del Estado para fines personales.
Por si fuera poco, Cuéllar ha sido aislada incluso por su propio partido, Libre, cuyos líderes han evitado respaldarla públicamente ante la gravedad de las denuncias.
Hasta el momento, la diputada Isis Cuéllar no ha emitido ninguna declaración pública, a pesar de que la presión política y mediática crece con fuerza. Su silencio ha sido interpretado por muchos como una admisión tácita o como parte de una estrategia legal.



