
La reciente solicitud presentada por el abogado René Adán Tomé ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), que busca la inhabilitación del candidato presidencial Salvador Nasralla y de otros miembros destacados del Partido Liberal de Honduras (PLH), ha sido calificada por sectores democráticos como un intento político por obstaculizar candidaturas legítimas y debidamente respaldadas por la ciudadanía.
La petición también involucra a la diputada Iroshka Elvir, el congresista Jhosy Toscano, Josué Colindres y la consejera del CNE, Ana Paola Hall. A todos ellos se les señala, sin pruebas contundentes, de haber incurrido en supuestas irregularidades durante procesos internos del PSH.
Desde el entorno de los señalados se destaca que estos señalamientos forman parte de una estrategia para impedir que voces críticas y con amplia aceptación popular participen en las próximas elecciones generales. “Es evidente que estas denuncias carecen de fundamento jurídico sólido y responden más a intereses políticos que a un verdadero deseo de justicia”, sostienen allegados a Nasralla.
La base de la denuncia presentada por Tomé es una supuesta modificación irregular de los estatutos del PSH en una asamblea partidaria, argumento que ya ha sido discutido públicamente y desmentido por el propio Nasralla, quien ha defendido la transparencia de dicho proceso. “Todo fue debidamente protocolizado y aprobado conforme a la ley”, han asegurado dirigentes del PSH.
Sobre Ana Paola Hall, se enfatiza que durante su gestión en el CNE actuó conforme a sus atribuciones legales y no existe evidencia alguna que la vincule a acciones indebidas. De igual manera, los diputados Elvir y Toscano han defendido su participación como legítima, amparada en la voluntad de las bases del partido.
Asimismo, se cuestiona que la denuncia llegue en un momento clave del calendario electoral, lo que refuerza las sospechas de que se trata de una acción orientada a debilitar al PSH y beneficiar a otros sectores políticos tradicionales.
Con respecto al señalamiento sobre doble militancia, fuentes cercanas a Nasralla aclaran que su salida del PSH fue pública y que no existen mecanismos internos legítimos actualmente en ese instituto político para recibir una renuncia formal, lo que deja en evidencia la falta de operatividad del partido y no una intención de evadir responsabilidades.
Finalmente, figuras cercanas a los implicados aseguran que defenderán en todas las instancias su derecho a participar como candidatos en las próximas elecciones, reiterando que no permitirán que maniobras legales sin sustento bloqueen la voluntad del pueblo hondureño.