Altares y ofrendas para recordar a los seres queridos, la celebración del Día de Muertos es una tradición ancestral que sigue vigente. No solo México, sino muchas ciudades de Estados Unidos, como Los Ángeles y Nueva York, se llenan de flores de cempasúchil en honor a quienes ya partieron, una fiesta que les da pertenencia y los une.
Las creencias populares varían dependiendo de la región mexicana pero, en general, establecen que el 28 de octubre se celebra a los que fallecieron de manera trágica o accidental, el 30 de octubre está dedicado a quienes murieron sin ser bautizados y están en el limbo, el 1 de noviembre es para los niños fallecidos y el 2 se centra en las personas adultas.