Mucho se ha hablado de la famosa y cuestionada Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública mejor conocida como la “Ley de Secretos”, y hace unos días se supo que dicha ley estaba muy bien encaminada para llegar al punto de cierre y poder derogarla, y por fin poner en contexto al pueblo hondureño de todo lo que se hace en el Gobierno a fin de mantener la transparencia, pero si es así de fácil ¿por qué no se procede a derogarla?
Anteriormente el diputado de Libre, Jorge Cálix, habló acerca del tema y tajantemente comentó que existen muchos artículos conforme a dicha ley y que sólo se necesitan dos específicos para llevar a cabo dicha derogación; “la ley el artículo de la derogatoria y el artículo de la entrada de vigencia”.
Asimismo, anteriormente consultamos al analista político Carlos Urbizo, y comentó que la derogatoria de dicha ley sólo traería beneficios al pueblo hondureño ya que los ciudadanos sabrán cuales son las cosas que se han ocultado desde hace varios años y en qué se gastó el dinero de los hondureños, además de que el actual y los posteriores Gobiernos, estarían “amenazados” de que todos sabrán lo que hagan y en que se gasta el dinero por lo que sólo veríamos beneficios.
Desgraciadamente, muchos de los decretos de Ley que se hacen en el Hemiciclo Legislativo, o promesas en campaña, muchas veces no son derogadas por lo que los hondureños están a la expectativa de lo que llegue a suceder con esta ley.
Deja mucho que pensar el hecho que si es tan fácil como se maneja, los legisladores tardan tanto, lo que deja dudas en que podrían estar “haciendo a su conveniencia” dicha derogación y arreglando esta ley a su antojo para favorecerse.
Esperemos que más pronto que tarde, los “padres de la patria” de una vez por todas comiencen a trabajar por el pueblo y deroguen de una vez por todas dicha ley que lleva consigo secretos y corrupción.