En medio de las crecientes denuncias públicas y cuestionamientos al manejo de fondos en la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), el ministro José Carlos Cardona ha salido al paso de las críticas, asegurando que su situación financiera personal no ha mejorado desde que asumió el cargo.
En declaraciones recientes, Cardona expresó su frustración por la falta de privilegios económicos, afirmando que únicamente ha logrado pagar su vehículo y que incluso los bancos le han negado préstamos. “No tengo casa, vivo de mi salario como ministro”, declaró, en un intento por desligarse de cualquier señalamiento sobre enriquecimiento ilícito.
El funcionario aseguró que, pese a las especulaciones públicas, su realidad es la de un ciudadano común que enfrenta dificultades financieras como muchos hondureños. “Voy a salir igual de pobre que cuando entré”, insistió, reafirmando que no posee bienes más allá de su carro y que no ha gozado de lujos desde su llegada al gabinete.
Sus declaraciones llegan en un momento en que el nombre de Cardona ha sido mencionado en audios y denuncias sobre supuestos desvíos de fondos desde SEDESOL para actividades políticas, lo que ha generado un intenso debate público sobre el uso de recursos estatales.
Hasta ahora, el ministro no ha abordado directamente esas acusaciones, pero ha centrado su discurso en resaltar su integridad y modestia personal. Sin embargo, varios sectores continúan exigiendo una investigación independiente sobre el manejo presupuestario en la institución que lidera.
