Sectores de la sociedad civil y analistas electorales han expresado preocupación ante lo que consideran un posible conflicto de interés dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE), luego de conocerse que Allan Alvarenga, jefe de conteo de votos de la institución, es esposo de Angélica Álvarez, actual candidata a designada presidencial en la fórmula que encabeza Rixi Moncada, del partido Libertad y Refundación (Libre).
La situación ha generado cuestionamientos, ya que Alvarenga ocupa un cargo técnico clave en el proceso electoral, mientras su cónyuge integra una fórmula presidencial en competencia. Según denuncias públicas, esta relación estaría siendo tolerada con conocimiento de las consejeras Cossette López y Ana Paola Hall, integrantes del pleno del CNE.
Las inquietudes se intensifican por el antecedente de las elecciones primarias de marzo pasado, donde se reportaron irregularidades como el retraso en la entrega de maletas electorales a varios centros de votación. Algunos sectores vinculan estos problemas a decisiones tomadas dentro del área técnica del CNE, lo cual pone en entredicho la imparcialidad institucional de cara a los comicios generales.
Organizaciones políticas de oposición y ciudadanos han advertido que este tipo de situaciones podría afectar la credibilidad del proceso electoral y generar dudas sobre la transparencia, especialmente si altos funcionarios técnicos tienen vínculos directos con aspirantes en contienda.
