Mediante declaraciones, la precandidata presidencial del Partido Nacional, Ana García, calificó al Congreso Nacional de Honduras como un "desastre" tras los tres años de gestión del gobierno de Libre, liderado por Xiomara Castro.
Según García, el Congreso ha demostrado ser "incompetente", una acusación que ha generado gran revuelo en la opinión pública, especialmente entre quienes critican la falta de eficacia y compromiso con la ciudadanía.
Ana García expresó su preocupación por la aprobación de leyes con una mayoría mínima de votos, lo que, según ella, va en contra de los principios establecidos en la Constitución de la República.
Según críticos, el Congreso ha estado aprobando leyes con una representación insuficiente, lo que ha levantado dudas sobre la legalidad y legitimidad de estas decisiones.
La precandidata también mencionó que las decisiones que se toman bajo estas circunstancias ponen en riesgo la estabilidad democrática del país, ya que no reflejan la verdadera voluntad de la mayoría.
En cuanto al papel del presidente del Congreso, Luis Redondo, García señaló que su liderazgo ha sido cuestionado, sobre todo por la forma en que se han llevado a cabo los procesos legislativos.
La falta de consenso y la polarización dentro del Congreso han dificultado la aprobación de reformas importantes para el desarrollo del país.
Esta situación ha generado un ambiente de desconfianza en las instituciones, lo que, según la precandidata, debe cambiar si Honduras busca recuperar su rumbo.
Finalmente, García reiteró la necesidad de un Congreso más eficiente, transparente y comprometido con los intereses del pueblo hondureño.
La precandidata del Partido Nacional subrayó que la situación actual no puede continuar, y que es urgente que se respeten las normativas constitucionales para garantizar el bienestar de la población.
