EMPRENDEDOR / 05 de Enero del 2025

Con hilos y aguja, Lizzy Chirinos teje emociones y crea obsequios únicos con Faby Store

Con un par de agujas e hilos de colores, Lizzy Fabiola Chirinos Rivera, estudiante de Enfermería en la UNAH y originaria de Tegucigalpa, convirtió su pasión por el crochet en Faby Store. 


Un emprendimiento dedicado a la creación de amigurumis, muñequitos tejidos a mano y personalizados.

 Cada diseño es entregado en una caja decorada con fotografías, dedicatorias y una base de madera, todo elaborado con esmero por ella misma.

Su habilidad para tejer surgió a los 13 años, cuando aprendió a hacer vinchas con un sistema artesanal de clavos y madera, además de dominar puntos básicos de crochet.

 Sin embargo, dejó la práctica con el tiempo. No fue hasta 2023 cuando retomó el tejido, motivada por su hermana, quien le pidió hacer unos tulipanes como un regalo especial. 

Aunque dudó de su capacidad, buscó tutoriales en línea y, tras una semana de dedicación, completó su primer ramo.

El éxito de ese encargo la impulsó a perfeccionar su técnica y explorar nuevos diseños, lo que la llevó a abrir la página de Instagram ffaby_store, donde comparte sus creaciones y recibe pedidos.

 Lo que inició como un pasatiempo se convirtió en una fuente de ingresos que le ha permitido cubrir parte de sus gastos universitarios.

Cada amigurumi requiere al menos seis horas de trabajo, desde el tejido hasta la personalización de la caja. 

Aunque el proceso es demandante y lo equilibra con sus estudios, Lizzy destaca que la satisfacción de ver sus creaciones alegrar a otros es lo que impulsa su dedicación. 

Con esfuerzo y amor por los detalles, continúa haciendo crecer Faby Store como un proyecto lleno de creatividad y pasión.

EL DIARIO QUE HONDURAS NECESITA

Links

© EL ESPECTADOR HN. Todos lo derechos reservados 2023-2024.