¡Alerta sanitaria! Pacientes renales en Honduras en riesgo por condiciones precarias de tratamiento
La comunidad médica y la sociedad en general han sido sacudidas por una alarmante denuncia en relación con la atención médica de los pacientes renales en Honduras.
En medio de una transición de gestión en los servicios de diálisis en el país, se ha evidenciado un deterioro significativo en la calidad de la atención, poniendo en grave riesgo la salud y la vida de los pacientes.
Anteriormente, la empresa Diálisis de Honduras había sido responsable de proporcionar tratamiento de hemodiálisis a estos pacientes con altos estándares de calidad y cuidado.
Sin embargo, desde la asunción de una nueva empresa, los informes médicos han demostrado una serie de deficiencias que están teniendo consecuencias devastadoras para los pacientes renales.
CONDICIONES INACEPTABLES DE TRATAMIENTO
Se ha revelado que los 50 pacientes renales actualmente hospitalizados en el Hospital Escuela se encuentran en esta situación debido a la utilización de insumos de calidad inferior por parte de la nueva empresa encargada del tratamiento de hemodiálisis.
La baja calidad de estos insumos ha exacerbado las condiciones de salud de los pacientes, provocando complicaciones graves y, en algunos casos, potencialmente mortales.
Además, se ha descubierto que muchos pacientes renales han contraído la bacteria SERRATIA en su torrente sanguíneo debido a la mala praxis de la nueva empresa con respecto al tratamiento de los catéteres.
La falta de condiciones higiénicas adecuadas ha permitido la proliferación de esta bacteria, lo que ha empeorado aún más la situación de salud de los pacientes.
Ante esta grave situación, instamos a las autoridades de salud de Honduras a tomar medidas inmediatas y decisivas para abordar esta crisis.
Los pacientes renales son una población extremadamente vulnerable y merecen recibir el más alto nivel de atención y cuidado.
Es imperativo que se realicen investigaciones exhaustivas sobre las prácticas de la nueva empresa encargada de los servicios de diálisis y se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes.
