: ¿Apolíticas o políticas? Fuerzas Armadas de Honduras
La Constitución de la República de Honduras, en su Artículo 272, establece con claridad el rol de las Fuerzas Armadas como una institución permanente, profesional, apolítica, obediente y no deliberante. Además, especifica que esta institución debe garantizar la integridad territorial, la paz, el libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República, así como cooperar con la Policía Nacional para mantener el orden público.
En el contexto electoral, las Fuerzas Armadas tienen una misión aún más delicada: la custodia, transporte y vigilancia de los materiales electorales, asegurando que el proceso se desarrolle con transparencia y seguridad.
El presidente de la República, en su responsabilidad constitucional, es quien debe poner a las Fuerzas Armadas a disposición del Consejo Nacional Electoral (CNE). En este sentido, la figura de Rixi Moncada y su equipo en el CNE tienen el deber constitucional de garantizar el libre ejercicio del sufragio, incluyendo la seguridad del proceso electoral. No obstante, los acontecimientos recientes sugieren una falta de control o, peor aún, una posible manipulación para obstaculizar el acceso al voto.
La ciudadanía merece claridad y transparencia. Si las Fuerzas Armadas, cuyo mandato es proteger el libre sufragio, se ven involucradas en acciones que interfieren con el proceso democrático, no solo se compromete la legitimidad de las elecciones, sino que se vulnera el pilar fundamental de la democracia hondureña.
