TURISMO / 20 de Octubre del 2023

San Juancito: Un viaje a través del tiempo

Entre 1881 y 1954, dentro de las resplandecientes paredes de San Juancito, resonaron melodías de música clásica, jazz y blues, y la magia del cine de Charles Chaplin llenó las noches. 

Sin embargo, esta localidad es mucho más que un enclave cultural. Entre estas paredes, se tomaron decisiones trascendentales que marcaron el rumbo de Honduras.

San Juancito, ubicado en el corazón del Parque Nacional La Tigra, fue testigo de 73 años de intensa actividad minera que lo convirtió en el epicentro de la explotación minera en Honduras. 

Cuando la New York and Honduras Rosario Mining Company inició sus operaciones en 1881, de la mano del entonces presidente de Honduras, Marco Aurelio Soto, se marcó el comienzo de una era de inversión extranjera y desarrollo que dejó una huella indeleble en la historia del país.

Decenas de estadounidenses eligieron San Juancito como su hogar, transformándolo en un crisol de culturas. Aquí se erigieron teatros, cines, salones de baile, escuelas, hospitales, embotelladoras y la primera planta eléctrica de Centroamérica, marcando un punto culminante en la historia de desarrollo industrial del país.

Las calles de San Juancito vibraban con la actividad de estadounidenses, irlandeses, chinos y personas de diversas nacionalidades que vieron en este rincón de Honduras una oportunidad única para el crecimiento. 

Las oportunidades para los hondureños se desvanecieron tras las decisiones políticas y económicas, a menudo envueltas en un manto de corrupción. La explotación minera, que durante décadas gozó de exenciones fiscales, dejó un legado de pobreza, enfermedad y olvido en la región.

Hoy, San Juancito se alza como un testimonio viviente de la historia de Honduras. Aunque sus calles y edificaciones pueden parecer calladas, sus paredes albergan los ecos de un pasado vibrante y los susurros de un futuro lleno de promesas.

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