Habitantes de Cayos Cochinos y Nueva Armenia denuncian restricciones de pesca por grabación de reality español

Los habitantes garífunas de Cayos Cochinos y Nueva Armenia denuncian ser víctimas de restricciones y amenazas desde que el programa de televisión español "Supervivientes" comenzó a grabarse en sus islas. Según afirman, se les ha prohibido el acceso a las playas y las aguas, zonas que tradicionalmente han utilizado para pescar y ganarse la vida. Más de 200 garífunas han visto afectado su derecho a la alimentación debido a la imposición de estas medidas, sin haber sido consultados previamente.

La defensora garífuna Mabel Robledo se pronunció sobre la situación: "Los recursos como el mar y la playa, que nuestras leyes internas definen como de uso público, nos son negados cuando están los realitys. Nos dicen que no podemos acceder a las áreas que durante más de 200 años hemos utilizado, porque están grabando. Hay una violación constante, y al final, quienes se enriquecen con esas filmaciones no son las comunidades garífunas. Venden una idea afuera, pero la realidad la vivimos nosotros como pueblo".

Además de la restricción en sus áreas de pesca, los habitantes aseguran haber recibido amenazas de muerte y ataques por parte de la Fuerza Naval de Honduras, que, según ellos, actúa bajo órdenes de la Fundación Cayos Cochinos, una organización que cuenta con protección del Estado hondureño. Las actividades turísticas, una de las principales fuentes de ingresos de la comunidad, también se han visto gravemente afectadas, lo que ha agudizado la situación de pobreza en la zona.

Uno de los guías turísticos locales señaló que se les ha ordenado ir a áreas más lejanas para realizar sus tours, lo que implica un aumento en los costos de combustible, sin posibilidad de reembolso. Esta situación ha reducido considerablemente su capacidad de trabajo y ha agravado la crisis económica que enfrentan.

Hasta el momento, ni la Fundación Cayos Cochinos ni las autoridades hondureñas han emitido un pronunciamiento oficial sobre las denuncias de los habitantes. Mientras tanto, las comunidades garífunas se enfrentan a la difícil realidad de sobrevivir sin acceso a sus recursos tradicionales, buscando cómo sostenerse en medio de las restricciones impuestas.