Sale a la luz notas en columnas de diarios nacionales donde José Carlos Cardona, actual ministro de SEDESOL, criticaba abiertamente al partido LIBRE, Y ahora representa una figura pública del gobierno actual.
Asi mismo la evidente contradicción entre sus escritos del pasado y sus posturas actuales ha abierto un debate sobre su verdadera ideología y motivaciones políticas.
Cardona describía a los izquierdistas hondureños como “trotskistas sin haber leído a Trotski” y los acusaba de disfrutar del capitalismo que dicen combatir. En uno de sus artículos afirmó:
"Van a los restaurantes de comida rápida, los he visto personalmente comprando en tiendas caras, y pasan mandándose cadenas de consignas ‘contra el imperio y el capital’ en sus teléfonos inteligentes."
Además, cuestionó la existencia de una verdadera izquierda en Honduras, calificando al partido Libre como un producto del golpe de Estado de 2009, sin tradición histórica ni cuadros políticos bien formados. Según sus propias palabras:
"La pregunta es, ¿hay izquierda en Honduras? La respuesta es no."
Sin embargo, el Cardona de hoy parece haber adoptado por completo el discurso del partido Libre. En sus recientes declaraciones celebró la captura de Romeo Vásquez Velásquez, acusado del asesinato de Isy Obed Murillo durante el golpe de Estado de 2009, y aseguró que “no es persecución política, es justicia”. Esta postura ha levantado dudas entre quienes recuerdan que, en su momento, el propio Cardona cuestionaba el uso del término “golpista” y evitaba críticas directas a figuras militares como Vásquez.
Otro punto polémico es su actual crítica al "capitalismo avorazado," a pesar de formar parte de un gobierno que ha sido señalado por disfrutar de privilegios y altos salarios provenientes del erario público. Las incongruencias no pasan desapercibidas para la opinión pública, especialmente cuando Cardona escribió en el pasado sobre cómo la izquierda hondureña también se beneficiaba de aquello que combatía.
“¿Será que ahora, como ministro, Cardona simplemente postea lo que debe para mantenerse en el cargo?”, se preguntan algunos analistas, sugiriendo que detrás de su aparente lealtad al partido podría esconderse un desacuerdo con ciertas políticas de Libre.
El ascenso político de Cardona ha llevado a muchos a cuestionar si su evolución ideológica es genuina o si responde a una estrategia de supervivencia política. Para algunos, su transformación de crítico severo del izquierdismo hondureño a militante activo del partido Libre resulta tan repentina que cuesta creer en su sinceridad.
Por ahora, las contradicciones entre sus palabras del pasado y sus acciones actuales seguirán alimentando el debate en un país donde las lealtades políticas suelen cambiar tan rápido como los vientos electorales. ¿Es José Carlos Cardona un converso ideológico o simplemente otro político más que se adapta al contexto para mantenerse en el poder? Esa es la pregunta que muchos hondureños se hacen hoy.
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