Secretaria de defensa de partida confidencial compra 700 millones de lempiras en helicópteros y un avión
En un contexto de graves necesidades sociales y económicas, la Secretaría de Defensa de Honduras ha gestionado al menos 700 millones de lempiras provenientes de la controvertida partida confidencial 449 durante los años 2023 y 2024. Estos fondos, destinados a la adquisición de dos helicópteros Airbus H145 y a cubrir los costos operativos del avión presidencial Embraer Legacy 600, evidencian una preocupante priorización de recursos públicos en gastos cuestionables frente a las urgencias del país.
Los helicópteros, entregados oficialmente el pasado 27 de diciembre en San Pedro Sula, tienen capacidad para transportar hasta 10 pasajeros o dos camillas para evacuaciones médicas, además de cumplir funciones utilitarias. Sin embargo, la utilidad de estas adquisiciones se opaca ante el hecho de que el costo total equivale al presupuesto necesario para la reconstrucción de 4,000 escuelas en condiciones críticas en todo el territorio nacional.
Además, la Secretaría de Defensa no ha informado con precisión cuánto de la partida confidencial se utilizó específicamente para la compra de los helicópteros y los costos operativos del avión presidencial. A esto se suma el ingreso reciente de otros dos helicópteros, sobre los cuales no se ha detallado si fueron financiados con la misma partida. La falta de transparencia ha sido constatada en las respuestas evasivas a solicitudes de información realizadas por periodistas y ciudadanos, además del silencio de altos funcionarios al respecto.
El desglose de movimientos de la partida 449, obtenido mediante solicitud a la Secretaría de Finanzas, confirma los requerimientos de dinero realizados por Defensa, pero no aclara el destino específico de los fondos.
Organismos de sociedad civil y ciudadanos exigen al gobierno mayor transparencia en el uso de los recursos públicos y una reestructuración de las prioridades presupuestarias.
En momentos donde los índices de pobreza, educación y seguridad son alarmantes, la inversión en bienes de lujo como helicópteros y aviones presidenciales resulta no solo cuestionable, sino también una falta de respeto a los derechos y necesidades de los hondureños.