María Corina Machado responsabiliza a Nicolás Maduro por el “secuestro” de su jefe de seguridad

En la madrugada del miércoles 17 de julio, Milciades Ávila, miembro del equipo de seguridad de María Corina Machado durante los últimos diez años, fue secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro dijo Maria Corina Machado. La líder de la oposición venezolana acusó directamente a Maduro de estar detrás del secuestro de Ávila, en un contexto preelectoral altamente sensible.

El partido Vente Venezuela informó del secuestro a través de una publicación en la plataforma X, detallando que Ávila fue sacado a la fuerza de su residencia por agentes del régimen. Según el comunicado de la oposición, la aprehensión de Ávila se realizó de manera arbitraria y violenta, calificándola como una clara muestra de represión política.

En un mensaje publicado en su cuenta de X, Machado destacó la importancia de Milciades Ávila en su equipo de seguridad, subrayando su destacada trayectoria en la Policía y su constante dedicación en protegerla durante sus giras por todo el país.

Machado también explicó que la detención de Ávila se justifica con acusaciones infundadas de violencia de género, relacionadas con un incidente ocurrido el pasado sábado 13 de julio, en el que varias mujeres intentaron agredirla a ella y a Edmundo González. La opositora aseguró que hay numerosos testigos y grabaciones que demuestran que dicho incidente fue una provocación orquestada para debilitar su campaña, a solo 11 días de las elecciones presidenciales previstas para el 28 de julio.

“Maduro ha hecho de la violencia y la represión, su campaña”, afirmó Machado en su declaración, responsabilizando directamente a Nicolás Maduro por la seguridad e integridad física de Milciades Ávila y de otros 24 miembros de su equipo que también han sido secuestrados y están detenidos. Machado argumentó que estas acciones no solo son un ataque personal, sino también un intento de silenciar a la oposición y socavar el proceso democrático en Venezuela.

El secuestro de Milciades Ávila pone de relieve la tensión y la represión política que caracterizan el actual clima preelectoral en Venezuela, aumentando la preocupación por la integridad de las próximas elecciones y la seguridad de los líderes de la oposición.