EMPRENDEDOR / 14 de Diciembre del 2022

“Souvenir Angie”, Más que un negocio de artesanías, una historia de amor y superación

Muchas veces al visitar un lugar turístico, buscamos un adorno o recuerdo para poder llevarnos en nuestros corazones un obsequio que nos haga recordar esa visita, pero desconocemos la historia que hay detrás de cada objeto que compramos el cual ni siquiera pagando el costo material, podemos pagarlo debido al valor más alto que tiene, el sentimental.

Eso mismo pasa cuando visitamos Ojojona en Francisco Morazán, y nos damos una cruzadita por “Souvenir Angie”, un lugar acogedor con un significado más grande y hermoso que los mismos obsequios que aquí se crean, pero, ¿Por qué se llama así?

En Ojojona existe un ángel de Dios, su nombre es Angie, quien con 22 años, es una chica emprendedora, pinta y realiza bisutería pero desafortunadamente, esta hermosa chica nació sorda, problema que no sólo le dificultó su vida diaria, si no en su vida académica, ya que aunque es una niña normal, en muchos colegios fue rechazada debido a su dificultad.

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“Anteriormente para discapacitados no había esa inclusión como la hay ahora, tuve muchos desafíos para buscar una escuela que la pudieran aceptar a Angie ya que en no querían aceptarla porque no se trabajaba con niños sordos, los maestros era bien difícil poderles enseñar, hay personas con discapacidad que tienen más capacidad que quienes tienen todos los sentidos completos, la discapacidad está en la mente”, contó Yessenia Andino, su madre y quien junto a su esposo han logrado crear este emprendimiento.

Para Yessenia y su hija Angie, todo ha sido un reto, ya que no aceptaban a su hija en ninguna escuela, hasta que una persona pudo apoyarla para que la joven pudiera ingresar a la escuela Federico Froebel.

“Aceptamos los sacrificios, viajábamos desde Ojojona todos los días en el primer bus para poderla llevar a la escuela a ella y que pudiera aprender ya que siempre hemos querido lo mejor para ella, mientras la esperábamos nos dedicábamos a hacer condimentos por ristra, hacíamos todo tipo, achiote, canela etc, porque me crecí viendo a mi madre trabajar eso, yo seguí con ese negocio y continue con el negocio, salía a vender a lugares y todo”.

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Yessenia contó que la Cámara de Comercio fue un gran apoyo para ella durante varios años ya que se logró capacitar y se dio la oportunidad de inventar un producto artesanal, y así creo una bolsa de manta con un paisaje a mano, la cual luego fue pedida en grandes cantidades por varias personas.

“Llevamos la idea y les gusto mucho a los de la Cámara de Comercio y tuvimos una reunión con las personas de una microfinanciera cerca de la colonia Alameda y les gustó mucho, así nos pidieron hacer un trabajo de unos bolsos e hicimos unos bolsos para que ellos se los dieran a las personas de regalía, así nos dimos a conocer más”, contó.

Falta de apoyo en el país

Yessenia lamentó que en Honduras no se apoyara el arte como debería ser, ya que se ignora el amor, cariño y sacrificio que a cada artesanía hecha a mano se le da ya que esto, al final no es remunerado en su totalidad porque no se toma en cuenta la mano de obra.

“En el país el arte no se valora y todo lo hecho a mano significa algo elaborado con el corazón horas de entrega y sacrificio, a veces hay pérdidas y el pago que se recibe con productos hechos a mano, no se paga realmente lo que vale porque lleva mucha cantidad de trabajo, está dando parte de su vida, de su corazón al elaborar un producto hecho a mano ya que conlleva horas de sacrificio y entrega”, lamentó.

Esta hondureña, a pesar de las dificultades siguió adelante, todo con la motivación que debían vender para comprarle el medicamento que Angie, su hija, necesitaba y afortunadamente a pesar que ya se había negado una vez, pudo conseguir un local donde ya lleva más de 11 años vendiendo su artesanía.

“Quisimos un local pero nos lo negaron porque nos dijeron que sólo era para mujeres que fueran cabezas de hogar, y yo tenía esposo, y averiguamos quien patrocinaba el pabellón  ADRAS Honduras, llevamos los reportajes que nos había hecho un medio escrito acerca de nuestros productos e hicimos saber que necesitábamos un local para seguir ayudando a nuestra hija y luego de hacer el estudio socioeconómico luego de varios días nos llamaron para entregarnos un local en Ojojona y empezamos nuestro negocio con lo que nosotros elaborábamos, fajas, billeteras, bolsos de manta pintados a mano y todo lo que elaboramos ya llevamos 11 años en el local”, cotó.

En este negocio, se pueden encontrar artesanías elaboradas a mano, ya sea de madera, cuero, cerámica, barro, y tela, todo con el objetivo de pagar los estudios de Angie. Quien al aldo de Yessenia y su esposo, día a día lo dan todo para mantener el negocio.

Si usted quiere apoyar a estos emprendedores, puede visitarlos en Ojojona, Francisco Morazán, contiguo a la municipalidad frente al mercadito Monjarás donde encontrará productos elaborados en cuero, madera, tela, cerámica, barro, y también productos de temporadas, nacimientos desde 15 centímetros hasta un metro de alto, imágenes religiosas todo depende la temporada o fecha especial, además de llaveritos desde L.30 a L.50 adelante

Yessenia sueña con traspasar fronteras con su emprendimiento y darse a conocer en otros países

Yessenia cuenta que no ha sido fácil todo el proceso que han tenido que pasar hasta hoy para poder vender sus productos ya que la pandemia del Covid 19 la golpeó mucho y ha costado levantarse desde entonces, pero afirma que Dios no la ha dejado sola ni un tan sólo segundo y afirma que sigue en pie su sueño de querer llevar todos los productos que elabora hasta el extranjero.

“En la pandemia del Covid 19 fue una prueba de fuego, tuvimos cerrado casi nueve meses sin entradas de dinero, sobreviviendo bajo la misericordia de nuestro señor Jesucristo, siempre hay retos, hay temporadas buenas y temporadas bajas, debemos sobrevivir, ser su propio jefe es difícil, uno depende de lo que vende  y cuando es empleado sabe que a finales de mes tiene su sueldo, pero como emprendedor es complicado a veces no hacemos ni un lempira, comentó.

Asimismo, añadió: “Queremos seguir siempre en el nombre de Dios, darnos a conocer, me gustaría exportar a nivel internacional y fuéramos conocidos a nivel internacional, que podamos llevar a otros países nuestro arte y darnos a conocer con lo que hacemos”.

“Tener un negocio propio es muy bonito, pero también es un reto, emprender es reto y disciplina, a veces hemos querido tirar la toalla cuando no hay ventas o hay compromisos y tener un negocio nos ayuda con comida y somos fuente de empleo a otras personas, es difícil, todos los días son retos, debemos agarrarnos de Dios en todo momento”, cerró.

Si usted desea comprar estas artesanías y apoyar esta humilde y luchadora familia, puede buscarlos en Ojojona, Francisco Morazán contiguo a la municipalidad.

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Celular: 89709851

Angie es una adolescente sorda que luchan por lograr todos esos sueños que quiere lograr en la vida

Yessenia, Angie y Ángel han logrado con amor, dedicación y sacrificio salir adelante en su emprendimiento

TAGS: Honduras Viral Emprendedor Arte

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