La pandemia del Covid 19 se llevó por desgracia muchos empleos de los hondureños, pero también, llenó de valor y coraje a aquellos que traían el emprendimiento dentro de ellos, como ser el caso de Ericka Bonilla y Omar Sánchez, dos jovenes que al tener la necesidad de llevar el pan a la mesa de su hogar, crearon el negocio “Casita Méxicana”.
Casita Mexicana es una idea de Ericka de 36 años y Omar de 33, quienes necesitaban una fuente de ingresos ya que ambos se quedaron sin empleo debido a la pandemia del Covid 19 donde ambos quedaron sin empleo y tuvieron que buscar la manera de generar dinero.
“Esto fue a inicios de la pandemia en el 2020, recuerdo que mi esposo trabajaba en un taller, yo hacía postres para vender y en eso se vino la pandemia, ya nadie quería postres y mi esposo dejó de trabajar en el taller porque el dueño era de la tercera edad y por miedo a contaminarse decidió cerrar el lugar nos habíamos quedado con muy poco dinero y mi esposo decidió ponerse a orilla de calle en los semáforos vendiendo huevos, plátanos, frijoles y cosas de la canasta básica pero llegamos a un punto donde tampoco se vendía mucho, no había mucha demanda todo mundo vendía lo mismo, y decidimos vender plátanos maduros”, contó.
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Asimismo, Ericka comentó que tuvieron que pasar una completa odisea luego de eso, comenzaron vendiendo plátanos maduros pero desgraciadamente, debido a la delincuencia que impera en nuestro país, el mal llamado “impuesto de guerra” hizo que cerraran ese negocio y ante la necesidad de generar ingresos ambos pusieron lo único que tenían para comenzar a emprender.
“De repente un día le digo a mi esposo que tenía L.200.00 y él me dijo que tenía L.400 y con ese dinero teníamos que sobrevivir y no podíamos salir, no podíamos hacer nada pero yo tenía una amiga que siempre me mandaba fotos de cosas, concentrado, dulces, frutas, pero dulces normales, y un día ella me dijo que probara con una salsa que era el mentado chamoy y en eso publique las fotos en Facebook que estaba vendiendo y fue una locura todo mundo preguntándome que valía, la ubicación etc”.
Una vez que ya se había ganado un poco de fama al vender el chamoy, comenzaron a traer otro tipo de cosas para vender y seguir emprendiendo donde poco a poco se fueron posicionando con la venta de diversos productos.
“La gente preguntando mucho, y no teníamos dinero y mi cuñado me prestó y recuerdo que con L.600 no podíamos comprar mucho y mi amiga me dijo que podía mandarme y cuando lo vendiera me pagaría traje dos cajas de chamoy, y así fui trayendo varias veces hasta que vendíamos desde la casa en línea y la respuesta fue muy buena después la gente me preguntaba si no traía pajillas de tamarindo y salsa valentina, y yo le decía que no teníamos pero que si íbamos a traer y yo ni la conocía, pero mi amiga si y ella me la conseguía y así fue consiguiéndome más cosas”, contó.
Poco a poco, esta emprendedora pareja comenzó a vender dulces mexicanos, tajín, chamoy, polvo miguelito, salsa valentina, los cuales comenzaron a vender en el mercado ya con variedad de dulces.
Ericka y Omar venden en Tatumbla y en Tegucigalpa sin embargo, en la capital sólo venden dulces y salsa, mientras en Tatumbla ya venden más variedad para los visitantes.
¿Qué es lo más complicado que le ha tocado superar en su negocio?
“A veces lo más complicado es cuando empieza la competencia, quizás usted tiene la idea del negocio, y hay personas con mejores ingresos que uno y al ver que es bueno lo hacen también y venden lo mismo y ahí las ventas de repente bajan pero con perseverancia, la fe puesta en Dios y la fidelidad de los clientes salimos adelante”
“Tenemos el puesto en Tatumbla donde tenemos cosas preparadas como ser piñas, mangos, y mangonadas por la temporada de semana santa, normalmente vendemos elotes locos, esquites que son elotes ya desgranados que van preparados con salsa y polvos mexicanos, nuestros productos no tienen nada de producto hondureño, todo es de México, gomitas, pajillas, chamoy, salsa valentina, pajillas de tamarindo, variedad de polvos mexicano”.
El puesto en Tatumbla está ubicado frente a las letras de Tatumbla donde venden los sábados y domingos de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. mientras en Tegucigalpa están ubicados en la tercera avenida, tercera calle una cuadra antes de Caprisa donde manejan los horarios de lunes a sábado de 7:00 a.m. a 4:00 p.m.
“En el mercado trabajamos sólo mi esposo y yo y mi hijo, en Tatumbla normalmente siempre habemos tres o cuatro personas”, agregó.
En Casita Mexicana podemos encontrar; Chamoy L.65.00 el bote; salsa valentina L.70.00 y 75.00 la más picante; tajín L.70.00 el pequeño variedad de dulces, paletas de tres por L.20, paletas de L.10.00; otras de L.15.00 pajillas de tamarindo picante L.10.00, dulces de L.5.00; las piñas L.100.00 el mango L.80.00 las mangonadas L.60.00, todo producto mexicano
¿Cómo hacen para conseguir los productos como las piñas y los mangos?
“Tenemos proveedores del mayoreo, piña siempre hay y el mango siempre tratamos de tener hasta donde abarquemos ya en diciembre termina; el año antepasado que empezamos en octubre ya no había mango, pero el año pasado se terminó la temporada del mango maduro pero los proveedores conseguían verde y suplimos con mango verde, mango anís, mango acido hasta llegar a febrero, pero luego salió el mango Tommy importado de Costa Rica y ese nos venden ahorita”
“Les hacemos la invitación a todos, vamos a estar viernes, sábado y domingo esperando que al ser semana santa se lleguen a Tatumbla y experimenten de todos los negocios que hay donde pueden encontrarnos a nosotros con los mangos y piñas locas, mangonadas y variedad de dulces mexicanos”.
Por último, Ericka contó que este es el único ingreso que tienen en la familia por lo que hicieron un llamado enérgico al gobierno para que apoye a los emprendedores.
“Pediría al Gobierno más apoyo a los emprendedores, es bien difícil porque empezamos casi de cero y muchos necesitamos más publicidad, la cual casi siempre es pagada; en mi caso alquilo mesas, sillas, se me han quebrado carpas, por lo que pedimos más apoyo al menos en logística”.
Este próximo mes de mayo, Ericka y Omar cumplirán tres años al servicio de los tatumbleños y capitalinos, por lo que si aún no has formado parte de esta locura mexicana, visítalos y además de degustar de esta delicia, estarás apoyando a una familia de nuestro país ante la dura situación laboral que se vive desde hace muchos años.
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