El abogado y defensor de derechos humanos, Francisco Javier Carpio, ha generado controversia al salir públicamente en defensa de los inversionistas de la empresa Korium, una entidad de inversiones intervenida recientemente por las autoridades hondureñas. En una conferencia de prensa, Carpio exigió al gobierno el pago total de las cuentas bancarias de los aportantes, señalando que muchos de ellos están siendo afectados.
Lo que ha causado mayor polémica es que Carpio no es un ciudadano ajeno al gobierno, sino un activo militante del Partido Libertad y Refundación (Libre), actualmente en el poder.
De hecho, participó como precandidato a diputado por el departamento de Cortés en las elecciones primarias del pasado 9 de marzo bajo la bandera de Libre.
Este vínculo con el partido oficialista ha levantado dudas sobre la legitimidad y la imparcialidad de su intervención, especialmente considerando que la defensa de una empresa cuestionada por el Ministerio Público entra en aparente contradicción con la línea del gobierno que representa.
Por otro lado la oposición al gobierno ha comentado en varias ocasiones que el caso Korium es solo una cortina de humo.
Muchos críticos han dicho que es contradictorio
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